El respeto a la diversidad es uno de nuestros valores fundamentales en la elaboración del Plan 2030. De esta forma, a través del proceso, reconocemos y promovemos la diversidad, la pluralidad para estimular la convivencia, la equidad en sus distintas expresiones y la inclusión.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación (UNESCO), la cultura adquiere distintas formas a través del tiempo y espacio. Esta diversidad es una fuente de intercambios, innovación y creatividad.
“La diversidad cultural es, para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos. En este sentido, constituye el patrimonio común de la humanidad y debe ser reconocida y consolidada en beneficio de las generaciones presentes y futuras”, explicó la UNESCO en su Declaración Universal sobre la Diversidad Cultural, publicada el año 2001.
Investigadoras como Graciela Batallán y Silvana Campanini, de la Universidad de Buenos Aires, plantean la importancia del respeto a la diversidad como un punto que es importante de aprender y llevar a la práctica. En este sentido, además de promover distintos factores, la diversidad también es un hito fundamental en los Derechos Humanos.
En su texto “El respeto a la diversidad en la escuela: atolladeros del relativismo cultural como principio moral”, Batallán y Campanini señalaron: “El respeto a la diversidad es un indicador importante, y así ha sido utilizado, para ampliar la regulación de los Derechos Humanos en el espacio público”.
Al respetar la diversidad y tenerla como parte de nuestros valores logramos proporcionar el diálogo como herramienta para el conocimiento mutuo y la justicia social. Un pilar fundamental para construir, entre todos y todas, el Plan de Desarrollo Institucional de nuestra Universidad.